CERÁMICA

De todos los elementos artísticos que hoy en día se pueden ver en el edificio cabe destacar la cerámica, con piezas que van desde el siglo XIV hasta el siglo XX.

Ya desde los inicios de la construcción del edificio se utilizó la cerámica como elemento decorativo de pavimentos y zócalos. Uno de los ejemplos más antiguos que podemos encontrar son las cerámicas de “alfardons”, en Sala de la Torrecilla. Se trata de un azulejo de origen islámico de forma alargada hexagonal en color azul y blanco.

Las piezas de los siglos XV-XVI ahora pueden encontrarse recolocadas en algunas salas. Solamente han permaneciendo en su lugar algunos de los pavimentos, como el de la Cámara de la Duquesa y el suelo de la habitación contigua a la Capilla Neogótica, y parte del alto zócalo del Salón de Coronas.  La mayoría siguen el diseño cromático de la cerámica de “alfardons” pero en forma ya cuadrada y los azulejos de estilo mudéjar del Salón de Coronas.

Pero son las cerámicas del Barroco las mejor conservadas, como los ejemplos del azulejo del  “mocaoret” en blanco y verde (Sala Estados de Cerdeña, Sala Verde, Sala de la Torreta). En este período se incluyen los colores verde y amarillo y los motivos vegetales. De éstas encontramos ejemplos en diferentes puntos (escalera de Honor, Sala Verde) pero sobre todo en Galería Dorada.

SALA DE LA TORRECILLA

AZULEJOS BORGIANOS

SALÓN DE CORONAS

GALERÍA DORADA

SALA DE LA TORRECILLA

SALA DE LA TORRECILLA

La única muestra de cerámica del siglo XIV que se puede encontrar in situ actualmente en el edificio es el pavimento de esta estancia. Conocida como cerámica del “alfardó” y realizada en Manises; su principal motivo decorativo es la vegetación de tradición gótica en azul cobalto sobre fondo blanco de estaño.

El conjunto está diseñado con tres tipos de azulejos diferentes que en su parte central generan una composición octogonal enmarcada con una cenefa con el azulejo del encadenado. Es ésta una cerámica de origen árabe cuyas primeras muestras se pudieron encontrar en gran parte de las construcciones que en un primer momento estuvieron vinculadas a la Corona de Aragón, de ahí su posible presencia en el Palau Ducal de la ciudad.

AZULEJOS BORGIANOS

AZULEJOS BORGIANOS

Reubicados hoy en la Galería de Cerámicas, encontramos dos composiciones con losetas del siglo XV en azul y blanco en las que se representan los emblemas papales, doble corona y farpas, que ostentaría toda la familia Borja a partir de 1492. Se trataría ésta de una pequeña muestra de la que debió ser una partida más grande, producida en 1494 en la propia ciudad de Gandia y en Manises por encargo del Papa Alejandro VI a su hijo Juan, II Duque.

El encargo papal se destinó a enlosar los suelos de las Estancias Borja del Castillo de Sant’Angello y los Apartamentos Borgianos en Roma. Según el historiador y ceramista Manuel González Martí, quién pudo comprobar la autenticidad de los azulejos borgianos de la capital italiana, la calidad de la producción gandiense era menor que la de Manises tanto en su carácter artístico como técnico.

SALÓN DE CORONAS

SALÓN DE CORONAS

En el salón de audiencias del Palau encontramos uno de los ejemplos mejor conservados y, posiblemente, el más peculiar, correspondiente a la cerámica del siglo XVI. Se trata del alto zócalo que rodea toda la estancia formado por piezas cerámicas que siguen el estilo de moda en este momento, el mudéjar, alejándose del tradicional azulejo valenciano en color azul cobalto y blanco.

La cerámica de arista que vemos en esta sala se decora con lacerías mudéjares donde predominan los colores verde y amarillo. En este caso, se han conservado los azulejos originales de la pared que da al patio, y en el dintel de todas las ventanas. La otra mitad de la sala presenta hoy una cerámica ya del siglo XX, pero elaborada siguiendo la técnica y los motivos decorativos de la original. Además, esta reconstrucción de los piezas deterioradas se encargó a la antigua fábrica especializada en azulejos de reflejo metálico, desaparecida a inicios de la década de los noventa del pasado siglo, La Ceramo de Valencia.

GALERÍA DORADA

GALERÍA DORADA

El pavimento de los 4 Elementos de la Sala del Cielo y la Tierra de la Galería Dorada está considerado una de las mejores muestras de cerámica barroca valenciana.

Su diseño es atribuido a Dionís Vidal, y se trata de más de 1500 piezas de diferentes tamaños y formas distribuidas en cuatro circunferencias concéntricas. El primer nivel, el más cercano al Sol, corresponde al del fuego, y sucesivamente se disponen los correspondientes al aire, al agua y a la tierra, que ocupa la parte más exterior. En cada ángulo se pueden observar cuatro mascarones simbólicos de cada elemento entre la cenefa que circunda el pavimento y la circunferencia central. Se trata de un gran diagrama retórico-visual del concepto aristotélico de la Tierra.